BATAD

BATAD ¡NO OS PERDÁIS  VISITARLA! ¡Es una maravilla! Se trata de un anfiteatro encajado entre las montañas, en un onírico valle. Las terrazas de arroz han sido increíblemente esculpidas hasta lo alto de la ladera. Y en medio de esos arrozales se ubica la aldea con las casas típicas ifugao.

Contemplarlo desde las alturas de la última terraza es sublime. 

Para llegar hasta ella se ha de alcanzar el desvío («juntion») que se haya a unos 20 km de Banaue. Desde ese cruce el camino (la pista) asciende 3-4km hasta SADLE que son tres chiringos y la explanada que es el último punto donde pueden llegar los vehiculos motorizados, luego quedan otros 4 km hasta BATAD cuyo único acceso es a pie.

1-EN JEEPNEY PÚBLICO: Parten de la plaza de Banaue y llegan hasta Sadle pues son todoterreno. Lo malo es que el jeepney sale a 15h  desde Banaue y desde Sadle regresa a 9h. (150pesos-3€) (Malo para el turista ¡pero no para ellos! Recordemos la palabra ¡público! ¡Ese es el horario más conveniente para que ellos puedan ir al mercado, al médico, a realizar sus gestiones, y luego regresar!)

2-Los tricicles sólo llegan hasta el cruce y parten cuando tú quieras (700pesos). A partir de ahí tienes una hora a pie hasta Sadle y otra a Batad.

3-También puedes usar jeepneys privados. O contratar en Banaue un guía que se encargará de gestionarlo. PRECIO GUÍA /DIA-1000-1200pesos (20-25€)

4-Una última opción fue la que elegimos nosotros. De buena mañana, entre 8-9h, hay otros jeepneys «no oficiales» que parten cuando se llenan. Es una lotería.

Tomamos uno que por 100pesos pp (2€) nos dejó en el cruce. La espera fue sólo de media hora. Pero, ya digo, es cuestión de suerte.

Desde el cruce iniciamos el ascenso a pie. Este trecho no es atractivo. Empleamos 40 min hasta SADLE.
A partir de ahí quedan 3-4km hasta Batad en descenso. Los hicimos en 30 min. Por el camino y no por la empinada escalera de 416 peldaños que nacía entre las casetas de Sadle. Ese camino, en cambio, era más largo pues describía una amplia curva, pero era más suave. Ambos se unían 500m abajo.

Llegamos al borde de ese anfiteatro. ¡Y nos quedamos asombrados! Hasta ese instante no habíamos divisado Batad ni sus terrazas de arroz pues quedaba en la revuelta del valle. 

Desde esas alturas contemplamos aquellas soberbias terrazas escalonadas, la aldea en medio que es Batad de abajo, (nosotros estamos ubicados en el de arriba). 

Intentando no perder la línea de altura decidimos atravesar horizontalmente esas terrazas, por su borde, hasta alcanzar su parte más alta. Ahí nos sentamos y nos quedamos largo rato contemplando esa maravilla.

¡Vaya trabajazo! ¡Es que toda la ladera de la montaña ha sido modificada a golpe de azada!

Desde esa esquina superior parte la senda que sigue el valle posterior con otras aldeas. A 2h queda CAMPULO y a otras 2 más PULA. 4 más y puedes salir a la carretera Benaue-Sagada (se precisa guía para este tramo). Nosotros sólo hicimos un trecho y volvimos

Desde esa «esquina» descendimos la larga y empinada escalera pétrea que sorteaba las terrazas. Otra obra de ingienería impresionante.

A nuestra dcha teníamos Batad de abajo y a la izda el camino que llevaba a la CASCADA TAPPIYAH. Aprovechando que habíamos llegado hasta allá fue el que tomamos.

Fue una fuerte bajada y nos sucedió lo mismo que con Batad. Hasta el ultimísimo instante no pudimos divisar esa cascada. Tras un brusco giro del camino, de pronto, allí la teníamos: alta (unos 150m) y caudalosa,  en una estrecha garganta.

Comimos allí de picnic. Nos dimos un baño y el regreso que pensábamos iba a ser de aupa no nos resultó tan duro.

Y ahora si que nos encaminamos a la aldea de Batad de abajo ubicada entre los arrozales. Una veintena de viviendas y dos iglesias. Hoy son escasas las casas que tienen el tejado tradicional de paja.  (Vi fotos de no hace mucho y casi todas lo tenían).

E iniciamos el ascenso hacia Batad de arriba donde se ubican la mayoría de los alojamientos. (Abajo también hay un par pero como queremos tomar el jeepney de las 9h preferimos adelantar ese trecho)

A media subida encontramos el alojamiento tradicional de RAMON. Regentado, evidentemente, por Ramón. Muy simpático. Puedes dormir en una de las 4 casas tradicionales que rodean la casa principal por 800pesos (8€pp) o en habitación en el piso de arriba de esa casa principal por 400p doble (4€pp). Esa habitación es básica, baño fuera, limpio, y con una terraza tanto superior como inferior con vistas prodigiosas al anfiteatro. Fabuloso.

las privilegiadas vistas desde la terraza de Ramón gh

Una de esas casas tradicionales la tienen como museo. Tal y como era antaño. De madera sobre pilares, a las que se accede mediante una frágil escalera y una estrecha puerta. Su tejado es piramidal, de paja. En el interior del saledizo de ese tejado se cuelgan cráneos de animales. A más haya mayor es la posición económica de esa familia. Ramón posee muchas…

En el interior exhibía lanzas, tocados, útiles tradicionales. El granero de arroz se ubicaba arriba del todo. Allí estaba la talla de Bulul, el dios del arroz.

una casa ifugao es museo, las otras alojamiento

Nos tomamos unas cocacolas (50p) viendo el atardecer sobre el anfiteatro. Y aquello se merecía rematarlo con una buena cena: “asado” de pollo, pizza al estilo Batad, (con muchas verduras), y la cervecita San miguel-4´5€

Tras la cena Ramón nos hizo una de las costumbres de los ifugao: un fuego alrededor del cual nos sentamos los 6 huéspedes que estábamos, junto a varios vecinos. Nos contó que así lo hacían sus antepasados: reunirse al atardecer para contarse historias. Y pasó a relatarnos las costumbres locales, lo de que el culto pagano sigue muy presente, que aún hay chamanes… También que Batad no es un paraíso. Las terrazas de arroz poseen dueño, y pertenecen a unas pocas privilegiadas familias que las transmiten de generación en generación. Las otras trabajan para ellos. Luego nos tocó a nosotros contar algo de nuestras vidas.