hacer este trayecto lo más rápido era tomar la autopista 8 que pasa por
Stuttgart y Ulm. Unos 350km.
Pero nosotros queríamos visitar HEIDELBERG a 40km al
norte de Karlsruhe, apartado de esa ruta directa. Ese camino lo hicimos en poco tiempo.
Una vez entramos en
Heidelberg seguimos las direcciones de “centro”. Cuatro calles antes de llegar
a la gran PLAZA BISMARCK que es la
entrada a la CIUDAD VIEJA aparcamos en un parking de un centro comercial,
(Scheck-in center)
La ciudad vieja de Heidelberg
|
en paralelo, siendo la principal la de en medio: Haupstrase.
Sus limites los
marca a un lado el RÍO NECKAR, que es el
afluente más importante del Rhin, y al otro la colina sobre la que se asienta el
imponente CASTILLO.
de ese centro comercial aprovechamos
para dar una vuelta por él, viendo lo exquisita y minuciosamente alineados que
estaban los productos (¡esto es Alemania!), leyendo que 500gr de limones son 2€,
1kg de tomates 4´6€, o 1kg de mandarinen ¡aus Spanien! 2´49€.
avenida, de denso tráfico y edificios de
3-4 pisos. A partir de ella nos zambullimos en un paisaje totalmente distinto. Por
la semipeatonal Haupstrase nos adentramos en la ciudad
vieja.
Haupstrasse |
Pasamos la PLAZA DE LA UNIVERSIDAD (Heidelberg posee la universidad más antigua de Alemania y de ella han salido varios premios
Nobel) y llegamos hasta la PLAZA DEL MERCADO donde vimos la iglesia de Espiritu Santo y el
ayuntamiento que albergaba la oficina de turismo.
Siguiendo siempre en
línea recta a pocos metros nos encontramos con la plaza del mercado de grano
(Kornmarkt) desde donde tuvimos las mejores vistas del castillo, sito en lo alto de la colina. (Se puede visitar. Un funicular en
esa plaza del grano facilita acceder a él 5€ I/V. Si no, a pie son 10-15min)
Plaza del mercado de grano. El castillo en lo alto |
Plaza del mercado. El ayuntamiento |
Las dimensiones de esa
ciudad vieja son pequeñas. Nos acercamos a ver el NECKAR
A la otra orilla del río, Heidelberg sólo
poseía una línea de atractivas casas y luego se continuaba en una colina ocupada por la vegetación. Entre ella discurría a media altura y en
paralelo al río un tranquilo paseo llamado el Camino de
los Filósofos.
puente sobre el Neckar. El camino de los filosofos a la otra orilla |
la autopista 6 |
Regresamos a la plaza Bismarck, recogemos el coche y partimos.
En principio por la vía más
directa a Munich, esto es: de Heidelberg a Stuttgart y allí enlazar con la 8. Y
la cosa marchaba bien, por esa buena autopista, a 130-150km/h ¡y me
adelantaban!, hasta que, antes de salir a esa 8, vimos un letrero que ponía
Munich y allá que fuimos. ¡Error! pues ese desvío nos condujo a la autopista 6
que discurría más al norte y en línea más recta en vez de en diagonal como hacía la 8,
lo cual suponía cerca de 100km más.
Ahora bien, fue un error genial pues nos permitió visitar Rothenburg ob
der Tauber, situado en esa vía 6, ¡Que lugar más impresionante!
pueblo totalmente amurallado. Tres soberbias puertas defensivas, con sus torres
y fosos, daban acceso a él. Su interior
estaba 100% conservado, con sus preciosas casas medievales, sus calles de cuento,
y esa plaza principal aún más magnífica.
Aparcamos sin coste en la calle fuera de esas murallas,
al lado de la puerta Rodertor que ya
presagiaba lo que íbamos a encontrar una vez la sobrepasáramos.
Puerta Rodertor |
en esa plaza del mercado con su espectacular ayuntamiento, la
columna sobre la que se erige la figura de san Jorge dando cuenta del dragón,
los vistosos edificios municipales…
Paseamos por esas calles llenas de sabor, descubriendo los detalles en la decoración de esas casas, algunos tan simples
pero muy originales como los topes de las persianas de las ventanas, que eran
unos pequeños bustos de bronce.
Vimos a los artesanos, uno de ellos grababa la
madera con un punzón eléctrico. Pasamos por la iglesia de San Jacobo, por la puerta Burgtor situada al Este que nos dio paso al parque del mismo nombre desde el que tuvimos las
mejores vistas de esta ciudad.
240km por buena autopista. En 2h llegamos a 17´30h.
el desvío a otro de esos pueblos
repletos de encanto: Dinkelsbuhl
de calles, tráfico… Tan gris como el
color de ese cielo que nos techaba, de aguanieve.
al palacio NIMPHENBURG donde hicimos nuestra 1ª
parada. Alargado, “versallesco”, situado frente un lago, y todo nevado.
con su célebre galería de los espejos, el Dachau y el Schleizheim.
Continuamos hasta el centro. Nuestra intención era dar un paseo
por la ALTSTATD, la ciudad vieja.
En ese centro, a
dos pasos de la ciudad vieja, estaba la gran estación Hauptbanhof, de trenes y buses, (entre ellos los del aeropuerto). A su alrededor la mayor concentración de hoteles. ¡Por cierto, alojarse en Munich tiene su precio!
fácil confundirse! Vimos uno donde la hora eran 5€.
Salimos de esa estación que no era un dechado arquitectónico. A
su alrededor todo seguía siendo caótico y con esa grisura.
amplia y circular,
Karl platz |
En ella la KARLSPLATZ TOR, una de las
puertas de entrada, la Oeste, a LA CIUDAD VIEJA Parecía de cartón piedra.
Karlsplatz tor
|
Nos dio acceso a la avenida Neuhauser, peatonal, que ensartaba ese
centro histórico longitudinalmente. Como este presenta una forma circular esa
calle sería su “diámetro”, dividiéndola en dos semicírculos.
Ésta sí era una avenida muy atractiva, concurrida, muy animada.
Pasamos
la iglesia de San Miguel y en menos
de 10 min alcanzamos la imponente CATEDRAL y su vecina Marien platz con la
columna de María y el ayuntamiento en el que estaba oficina de información
turística.
En el “semicírculo Sur” la calle Sendlinger que nacía desde esta Plaza de
María y discurría en diagonal nos desembocó en otra de las puertas de entrada, de
igual nombre, pasando antes por el museo
de la ciudad y por la iglesia
de Asam, un capricho de los hermanos Asam que la construyeron entre 1733 y 1746, sólo
para ellos, en un estilo rococó. Debido a la oposición de los ciudadanos, se
vieron obligados a abrirla al público.
vecino mercado Viktualienmarkt, célebre sobre todo en
el October fest.
En esa plaza vimos diversos puestos gastronómicos que ejercían como tienda y también
como restaurante. Usaban las mesas comunitarias al aire libre, el problemilla era que ese día de Febrero tenían dos palmos de nieve sobre
ellas.
En medio de la plaza, entre los puestos, vimos la columna
bávara, a modo de abeto. En realidad es la forma de un instrumento musical
tradicional bávaro.
residencia ducal y ¡otro de los grandes monumentos de Munich: la cervecería Hofbräuhaus!, que funciona desde 1897. Con su decoración
y ambiente bávaro 100%.
cerveceria Hofbräuhaus
|
La gente compartía las largas mesas, los camareros pasaban
cargados con jarras de cerveza de litro (no es posible pedir otra medida), una
orquesta amenizaba la velada, con los músicos ataviados con el traje tradicional, dirigidos
por una venerable mujer con su buen montón de años a cuestas. ¡Vamos, todo un topicazo,
pero yo no me iría de Munich sin pasar a tomar algo aquí!
la directora de orquesta |
La carta era amplia. Para no salir de esos tópicos
pedimos Schweinshaxe (codillo al horno) y Surhaxe (codillo cocido) regado con su
cervezón (una hofbräu original y una dunkles radler (con limonada) De postre,
como no, la apfelstrudel (tarta manzana) Todo excelente. 25€pp
tópica, y genial, cena bávara nuestro paseo continuó otros 5 min hacia la calle más señorial de Munich: la Maximilianstrase
y nos ubicamos en la Plaza
Max Joseph y, por encima de esta, la Odeonsplatz. El entorno de ambas era monumental, (aunque no nos dejó deslumbrados), con los teatros, el gran complejo RESIDENZ, el Feldherrnhalle o Pórtico de
los Mariscales, los jardines de
Hofgarten…
Sobre ellos se extendía un parque de considerables
dimensiones: el english garden,
con el monóptero. Pero hasta ahí ya no llegamos. Seguimos hacia el Oeste por
la desangelada promenade y de esta de
vuelta a la Karl platz. En ese camino vimos un palacete reconvertido en un café-restaurante: la Kunstlerhaus.
recóndito BAYRISCHELL, casi en la frontera con Austria,
donde estaba nuestro hotel.
valle de Bayrischell |
Salimos de Munich dirección Salzburgo, haciendo uso de
los largos túneles. Para ser una autopista tan importante no estaba iluminada, la
señalización era deficiente, ¡por los pelos no nos pasamos el desvío a la 307!, una
carretera muy rural, alpina, preciosa, cada vez más nevado, entre aldeas de
montaña, lagos, iglesias solitarias…
Bayrischell |
Llegamos a las 22´45h al hotel Alpenhoff situado a la entrada del pueblo de BAYRISCHELL el cual
se ubicaba en el seno de un soberbio valle de esos de Heidi.
Alpenhoff hotel |
El hotel era una gran casa típica, muy bonita exteriormente, y por
dentro pomposa, con estatuas de vírgenes y
santos, molduras…
A la mañana nos dimos un baño apoteósico en esa piscina, la
vista se perdía a aquel entorno de montañas blancas.
Luego dimos cuenta de otro
de esos completísimos desayunos buffet, para después descubrir Bayrischell, una aldea de montaña
pequeña, con una veintena de casas y su iglesia, frecuentada por esquiadores.
escapada de 5 días será Salzburgo, a 100km de Bayrischell. (135km desde Munich)
rural que aún se hizo más espectacular.
Una veintena de km hasta alcanzar
la autopista. ¡No queríamos que ese trayecto se acabara!
la idilica carreterita
|
De primeras fuimos saliendo del valle encaramándonos a la montaña. Las
vistas desde esas alturas eran magníficas. Luego nos adentramos entre un
paisaje boscoso, de abetos y pinos. Aislado. Pasamos a la vera de varias madereras. Atravesamos el pueblo de
Brannenburg y salimos a la autopista.
compramos la vignette-8€.
No hay ciudad europea que no se ilumine en las fiestas de fin de año. Munich no podía ser la excepción así que sus calles se llenan de luces y adornos y aunque la voracidad consumista de la gente también se acrecienta no se la siente t https://la-voz.net/el-lanzon-monolitico/