LOS MURSI

18 de julio de 2017
MARTES 6DIC: LOS MURSI. ¡La tribu de los platos labiales!

En el museo etnográfico de Jinka obtuvimos mucha información de ellos:

A sí mismos se llaman MUN.

Son unos 10000. Ocupan un extenso territorio entre el rio Omo y el Mago (que es afluente del Omo).
Una sabana extensa, calurosa. Complicada la vida por allí, ¡y más tan aislados!


Se dedican al pastoreo principalmente. De vacas y cabras. Aunque la agricultura igualmente les es determinante: sorgo y maíz.

Más que nómadas, son trashumantes. Realizan migraciones estacionales. Buscando “kalamo ba lalini”: (kalamo es buscar, ba es tierra y lalini paraíso): “somos gentes buscando una tierra  fértil, paradisiaca”

Habitan pequeños y separados poblados, de una decena de chozas que en muy poco tiempo pueden tener alzada, de planta redonda, con troncos para formar la pared exterior y paja para el techo cónico. Otras son más simples y sólo son un cono de paja de unos 2m de altura.

Hablan la lengua mursi, de la familia Nilo-sahariana.

Lo que más les caracteriza son LOS PLATOS LABIALES QUE PORTAN LAS MUJERES


Ya de pequeñas juegan “a ser mayores”: Primero se colocan una pluma en el labio inferior, luego un palito para, en la pubertad, ya realizar un orificio mayor que paulatinamente van agrandando colocando unos discos de cerámica o de madera, redondos, decorados por ellas con pinturas naturales, cada vez más grandes.

¡A mayor sea el agujero, por ende el plato labial, más prestigio y valor  tendrá esa mujer!

Se da la explicación de que esta tradición era para que los cazadores de esclavos las rechazaran.

A esa niña le da una nueva identidad, un nuevo status dentro de su clan. ¡Significa su madurez. Su paso a mujer adulta. La convierte en BANSANAI, y eso les es un gran orgullo! 

LOS PLATOS LABIALES SIGNIFICAN SU MADUREZ. 

No pueden llevarlo a todas horas, por eso son de quita y pon, quedándose entonces ese agujereado labio inferior colgando.

En un artículo se comentaba la polémica por abandonar o no esta costumbre. Las mujeres mursi alegaban que eso había de ser decisión exclusivamente suya. que es su tradición y signo de identidad y no deseaban renunciar a ello.


Para casarse los hombres realizan EL DONGA, una pelea a palos, antes hasta la muerte, hoy hasta que uno ya no puede mas y se rinde. Con unas largas pértigas y pintados su piel de blanco con yeso.


Otra de sus practicas es la ESCARIFICACIÓN, por eso un buen regalo es llevarles cuchillas de afeitar.

Por último, les gusta pintarse y adornarse con todo tipo de abalorios, brazaletes, collares, tocados… Y para ello pueden usar cualquier cosa: astas de vaca, calabazas,  trozos de cuero, fibras, chapas, cadenas… 

COMO LLEGAR A LOS POBLADOS MURSI:

Desde la localidad de Jinka. En el valle del Omo.

A JINKA era relativamente fácil acceder por una carretera asfaltada. 200km desde Arba Minch. Comunicada con transporte publico

Los poblados mursi quedaban a unos 45km de Jinka por una pista y para ello ya si había que recurrir a transporte privado.

Partimos desde JINKA a 6,30h. Unas 2 h por una pista tierra, en relativas buenas condiciones, 50km. Hacia el PARQUE NACIONAL MAGO.

La pista fue descendiendo
a una llanura conocida 
como LA OLLA. (Por estar entre montañas y por ser «una olla de múltiples tribus»)

la pista y «la olla»


Nos cruzamos con dik
diks, pangolinos, ¡águilas crestadas!, kudus, garzas, ciervos…


Y llegamos a “la
aduana”


Entrada al Parque
Nacional 210Birr pp+guía local 200Birr+scout
110Birr+entrada poblado 200birr pp-Total 18€ pp


entrada oficial guia

en «la aduana» 


Nos adjudicaron un guía: Atex que era de la etnia hamer. Con sus vaqueros y camiseta ceñida. 


(En el artículo del museo, donde se expresaba la opinión mursi, manifestaban que les gustaría que los viajeros acudieran con guías de su misma cultura, esto les representaría y les daría a conocer mejor)  


Atex

Atex nos dio algunas explicaciones, pocas, y mas que datos sociológicos nos endilgó un tratado económico: entrada tanto, coche tanto, por cada foto 5 birr, si es mujer con niño 10 birr, si posan en grupo se paga a cada uno…

Seguimos
la pista hasta uno de sus poblados.
 

la pista del Omo NP


El poblado era una
decena de chozas, en mitad de la nada, con la escasa sombra de unas
pequeñas acacias.


Esas chozas eran
de dos tipos, las más elaboradas con pared de troncos y techo cónico de paja, y
las más elementales hechas solo con esa paja, cónicas.


El guía habló con el jefe del poblado, ¡llamado Mamete! que nos dio su permiso para pasar.



Mamete

Allá había una veintena de mujeres y niños. “Engalanados”. «Prestos para posar ante el turista y sacarse unos birr». 

Aquello era brutalmente autentico: Las chozas, las
esteras en el suelo, los bidones amarillos para el agua,  las cenizas de unos fuegos recientes, esas
mujeres con sus adornos
 hechos con las materias más simples  (cueros, astas, ramas, hojas…)

poblado mursi


Se inició la competición entre ellas por llamar nuestra atención, posar y la cantinela:  «photo. Five birr»


Un sistema diferente al de los konso quienes poseían una oficina donde se regulaba la visita, adjudicándote un guía de la misma tribu, que se encargaba tanto de dar a conocer a los suyos, sus costumbres, tradiciones etc como del reparto equitativo de propinas o presentes.  O el de los dorze: que habían creado un muy interesante centro-poblado interpretativo.

En otro párrafo del artículo del museo se hablaba de que igualmente a ellos les gustaría otro cariz al tema de las fotografías, y expresaban lo horrorizados que se sentían cuando veían sus rostros en unas postales a la venta en las tiendas de Jinka, o en el museo… “Esas fotos que la gente toma de nosotros no reflejan nuestra cultura” exclamaban.




¡Había que
mirar con los ojos de ellos!
Unas gentes que vivían hasta
hacía no mucho casi sin contacto, sólo entre ellos y con tribus vecinas. Por
tanto, ¡nosotros les éramos unos extraños, de costumbres muy raras e ininteligibles! ¡Unos intrusos, que a
 saber porqué aparecíamos por allí!…

Mucho daño les han hecho, por ejemplo,
las multinacionales del algodón y las azucareras, que les han expropiado
tierras, (de las que no poseen titulo de propiedad), los camiones que lo
recogían iban a toda velocidad por sus pistas, sin miramientos y ya habían sucedido
atropellos… Ellos, 
ya muy escaldados, cerraron temporalmente la pista (son grandes guerreros,
algo que llevan en su sangre. P
oseen kalasnikovs y lanzas) 

Tras estar en ese poblado nos introdujimos más en ese PN MAGO. Aquello era de lo más desolado. 


Nos cruzamos con un pastor y su rebaño
de vacas. ¡¡¡¡Unos críos con un kalasnikov más grande que ellos!! Vimos esa sabana demasiado extensa y vacía, así que
regresamos.


A 14.30h estábamos de nuevo en Jinka.

Comimos en el
restaurante Gojo. El menú fue: Beef curry, chicken curry, tomato salad, injera, tibs:
cordero-570Birr/6p-4€pp


FUIMOS AL BANCO: ETHIOPIAN
BANK en la avenida principal. (Tenían ATM) 1€- 23.70 Birr


Y luego: gasolina y al
taller. 

¡Cómo cambiaba el mundo
en unos pocos km! 
CAMINO AL OMO SUR:

Desde Jinka partimos a
17h.  HACIA EL OMO SUR


PARA VISITAR ESTA ZONA TOMAMOS
LA LOCALIDAD DE  TURMI COMO BASE
DE OPERACIONES. 



DESDE ELLA VISITAMOS LAS TRIBUS DE  LOS DASANESH, LOS KARO Y LOS HAMERS


DE JINKA A TURMI:

110km. Llegando a TURMI a 20h. 

entrada de Turmi

TURMI:
Era una pequeña localidad con un par de calles sin asfaltar, polvorientas. Sensación de ser un lugar muy remoto, perdido en el tiempo, donde predominaba el silencio

Vía de paso obligada para todo recorrido por el Omo Sur.




ALOJAMIENTO:

GREEN
HOTEL:
con habitaciones alrededor de una explanada
central, de todo tipo. Escogimos las dobles con baño, cama
grande, mosquitera  5€pp




Alli también había un local que hacía de bar, discopub, boite.. Y a su lado ¡una carnicería! 

Nos atendieron genialmente. Dago y Mary, luego conocimos a JeanFranco, a Gador, a Mito. 

Jean franco

Buenas comidas, hechas en una cocina de lo más básica


Otros:
A su lado estaba el Tourist hotel. Muy parecido: con su patio central, las
habitaciones alrededor. 


El campsite:
quedaba a las afueras. A orillas riachuelo y
entre el bosque. Iriamos para tomar unas cervezas.


Tambien en Turmi
había un lodge de mas nivel.
La noche de llegada
cenamos en el Green hotel.  Bajo una preciosa noche estrellada. Musiquilla ambiente.


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