NORESTE ISLANDES

8 de septiembre de 2017
17 ABRIL: EL NORESTE
ISLANDES
: DESDE
HOFN AL FIORDO SEYDISFJORDUR
-305km
8h en pie. Amanecemos en Hofn.
Desayuno en nuestro
comedor, frente el puerto.
Por delante tenemos de inicio 105km hasta Djupivogur, desde donde comienzan LOS FIORDOS DEL
NORESTE. 

Esta esquina noreste islandesa parecen los dedos de una mano, sucediéndose un fiordo tras
otro
.

Partimos de Hofn. Vamos entre el
mar a un lado y las montañas al otro. Paisaje idílico. Silencio. Escaso trafico. Granjas
diseminadas. Bandadas de patos. ¡Renos! Un largo y curvado túnel. Algún tramo
delicado, sobre todo uno con muchos cambios de rasante ciegos.
Vamos realizando diversas
paradas muy fotogénicas, destaco una donde las montañas nevadas se reflejaban
sobre el mar helado.

Una parada que hubiera sido muy interesante
quedaba a pocos km de Hofn: un desvio de 5km hasta el Viking café, ubicado en una aislada granja donde se alzó una aldea
vikinga para cuando se realice la película Vikings.
Desde ella también se accede a
una solitaria y hermosisima playa de arena negra.
Pero nos saltamos su desvio,
imagino que por estar embelesados ante aquel paisaje.

Aquí coloco inf de un
blog:

<…Tomamos el desvío
señalado como «Stokksnes», y a partir de aquí nos esperan cinco
kilómetros de terreno no asfaltado pero en buen estado. Al alcanzar el Viking
Café varias señales nos avisan de que no podemos continuar por ninguna de las
vías si no hemos pagado la tarifa de admisión. Ésta consiste en 600 coronas o
cinco euros por persona a pagar en la propia cafetería o depositando la
cantidad en el buzón de la entrada en caso de estar cerrada.
Pagamos las coronas en el
interior del edificio, donde espera una amable señora que vive rodeada de
tartas y un apetecible aroma de café. Nos entrega un mapa y nos resume las
opciones que tenemos para visitar nuestro alrededor. Empezamos por un camino a
pie que en varios minutos debería llevarnos a una aldea vikinga, pero la idea
no nos entusiasma en exceso y nos limitamos a observarla desde la distancia. Regresamos
al coche y recorremos los varios cientos de metros que nos llevan hasta una
base militar. Aquí es donde podremos observar la vistosa cordillera junto a una
playa de arena negra de Vesturhorn.

Caminamos por uno de los
múltiples estrechos senderos ya sobre arena negra que nos llevan hasta la  orilla. Tenemos cientos de metros de playa por delante
para nosotros solos…>

A 11h llegamos a DJUPIVOGUR: pequeña localidad pesquera. Una muy agradable
parada con su recogido puerto, varias casas históricas, su iglesia de madera y
en su litoral un par de cosas muy curiosas:

los 34 huevos

Los 34 HUEVOS GIGANTES,
de granito, dispuestos en hilera. Datan del 2009, obra de un
afamado artista islandés. Cada uno representan las 34 especies de aves islandesas.


-En el camino hacia esos
huevos otra parada aún mejor: “BONES , STICK & STONES”: la casa de un bohemio artista: pudiendo pasear libremente por su jardín donde
ha colocado centenares de esculturas hechas con piedras, objetos arrojados por
el mar, barbas de ballena… ¡Alucinante su colección de veleros hechos con piedras!

También puedes pasar a su casa y verle en plena acción. ¡Vaya
imaginación y creatividad tiene el hombre!

A la venta tiene
un variado muestrario.

Vamos al super y hacemos nuestra
segunda gran compra (4685Isk), echamos gasolina (3000Isk), y la carretera avanza
paralela al primero de esos FIORDOS DEL NORESTE: EL BERUFJORDUR, largo y
profundo.



LOS FIORDOS DEL
ESTE:

Esta esquina noreste islandesa está caracterizada por los fiordos, uno
tras otro.


De sur a Norte:
-el fiordo de Berufjordur. La
carretera 1 lo bordea por entero y luego discurre hacia el
interior hasta Egilstadir. Pero se puede continuar costeando y pasando al
siguiente entrante:
-Stodvarfordur (en su aldea de mismo nombre destaca su museo
minerales)
-y luego al Reydarfjordur.
-Pasar al siguiente,
Nordfjordur, se las trae: una carretera que se ha de hacer ida y vuelta, por un
puerto de montaña, túnel de 630m, descenso vertiginoso.
-A Mjoifjordur se llega por
la 953 de grava. Es el llamado “fiordo estrecho”, con acantilados y cascadas
-Paralelo a él se encuentra
el que escogimos nosotros, ¡y no me lo perdería!: SEYDISFJORDUR, por la
asfaltada 93. En su final un idilico pueblecito con casas de colores, galerías…
Precioso.

El acceso a esos fiordos a
primera vista sobre el mapa parece que ha de ser por una carretera sencilla,
plana, ¡y no es así! ¡Con todos hay que sortear unos puertos de montaña más o
menos duros! En el caso de Seydisfjordur lo encontramos totalmente cubierto de
nieve. 

-Y ya mas al norte, queda
el último de esos fiordos: BORGARFJORDUR, en otro paraje de cuento, con
numerosas excursiones, pero ir suponía 70km y otros tantos de vuelta. Lo de
siempre: el tiempo.

Aquí dejo información de
un blog sobre esos fiordos:
<…De todos los fiordos
había que decidir cual visitar y a priori habíamos seleccionado 3: Nordfjördur,
Mjoifjördur y Sedisfjördur.
Los fiordos son muy
bonitos pero no tienen la espectacularidad y la verticalidad de los noruegos
Pasamos con el coche
por el primero: Berufjördur (un
fiordo literalmente in-ter-mi-na-ble pero rodeado de espectaculares montañas).
Luego pasamos por Stodvarfjördur e
hicimos una parada en el museo de minerales de Steinasafn Petra, una curiosa
acumulación, que no colección, de fósiles y minerales abierta al público.
La carretera tiene muchas
curvas y partes sin asfaltar. Para llegar al otro lado de cada fiordo hay que
dar un gran rodeo.
El siguiente es Reydarfjördur que
es uno de los más grandes aunque no muy bonito. Aquí estábamos ya hartos de
fiordos y era muy tarde así que desde su fondo tomamos la 92 hacia
Egilsstadir olvidándonos de visitar Nordfjördur. 
Ya cerca de Egillstadir
tomamos el desvio a Mjoifjördur, una pista de tierra que a lo
largo de unos 7 km fue ascendiendo por un paisaje majestuoso de cascadas a
ambos lados de la carretera. Desde lo alto del puerto se tenía una vista
maravillosa del fiordo. 
La bajada, de otros 7-8 km
es bastante abrupta con pendientes muy pronunciadas. A media bajada hay una
cascada fantástica llamada Klifbrekufossar compuesta por 8 tramos de manera
escalonada. Allí paramos a comer e hicimos un pequeño trekking hasta la
cascada. 
Luego seguimos bajando
hasta el fiordo en cuya orilla hay un buque oxidado y donde hicimos un pequeño
paseo hasta otra cascada cercana. Decidimos no seguir avanzando y volvimos con
el coche hasta la 92 y de ahí hasta Egilsstadir. 
Allí tomamos la 93
hasta Seydisfjördur…>

Pero nosotros aún estamos en
Djupivogur, nuestra meta ahora es el pueblo de EGILSTADIR, 145km
Berufjordur



Vamos recorriendo
la costa del primer y largo fiordo: Berufjordur
. ¡Y recorrerlo es tal
cual! ¡Por entero! Pues primero avanzamos por su orilla izqda, hasta su final, donde la
carretera gira 180 grados para seguir por la orilla opuesta. ¡Desde un lado y
desde el otro! Imagino que la escasa circulación y habitantes en esta zona no hacen viable un puente.

Para nosotros, que vamos de turistas, abrazar este fiordo es precioso:
el mar helado, entre las montañas, varias piscifactorías en ese mar…


Ya en la punta se puede atajar por la 939, lo cual supondría un ahorro
de 60km. Pero en invierno ese paso estaba cerrado. Aparte que es un duro puerto
de montaña, por pista de grava, donde es frecuente la densa niebla.


Seguimos, por tanto, la 1, recorriendo ahora este fiordo desde la otra cara. Algunos tramos son de grava. ACORDARSE:
¡MALBIK CENDAR! ¡Esa es la seña que indica el paso de asfalto a grava! Si se
hace a demasiada velocidad puede traer sus consecuencias. No digamos ya frenar.
Hasta la localidad pesquera de Breidalsvik. El
paisaje cada vez es más frío, nevado.

EL PEOR PASO QUE
TUVIMOS EN ISLANDIA:
Aquí se nos presenta una doble alternativa: 
1-seguir por la costa,
sorteando los diversos fiordos, que se disponen al modo de los pliegues de un
acordeón (trayecto largo: 120km por los 80 de seguir la 1, y, además, complicado
con esa nieve); 

2-Continuar por la 1 que desde aquí vuelve hacia el interior,
por el dibujado, hermoso y solitario valle de Breidalur.

valle Breidalur

Lo que no esperábamos es
que ese paso también fuera delicado. ¡De hecho lo peor que pasamos por
Islandia!

Nos las prometíamos muy
felices, con buen asfalto y rectas discurriendo por ese valle, cuando nos
topamos con un sinuoso puerto de montaña, suelo de grava, nevado, ¡y se añadió
una fuerte ventisca! Íbamos a 10-20km/h. Sí: acojonados, bien pegados a la
pared de la montaña pues al otro lado la caída era a cada km que avanzábamos
mas alta y vertiginosa. Cruzando los dedos para no tener un deslizamiento, ¡no
digamos ya una avería! Porque en esos 10km no nos cruzamos con nadie. Quizá
optaban por tomar la carretera de los fiordos…
Eso sí: ¡el paisaje de
fábula!

¡Por fin alcanzamos cima!
A la otra cara la carretera vuelve a ser de asfalto, y sale el sol. Respiramos.
La adrenalina, llámese acongoje, desciende sus ímpetus

Por allí vemos unas
manadas de renos, entre la nieve.


La 1 enfila hacia el norte. Pero
unos 30km antes de llegar a Egilstadir nos desviamos hacia el Oeste por la 931
que discurre a orillas del gran LAGO LAGARFJOT. El
lago Ness islandés, porque en él también habita un monstruo.

LA SEGUNDA CASCADA
MAS ALTA
Pasamos el único bosque
que se puede considerar como tal en Islandia: el bosque Hallormsstaður,  con más de 50 especies, muchas traídas de
otros países para comprobar su adaptación al medio islandés y luego poder implantarlos.

Pasamos el puente que
sortea la punta sur del lago y en su salida, 100m a su izda, llegamos al parking donde se inicia
la caminata hacia LA CASCADA HENGIFOSS.


Comemos de picnic e
iniciamos esa caminata. En su inicio en subida, ofreciendo unas portentosas
vistas al lago y su entorno.

Se avanza a orillas de un cerrado
desfiladero, alcanzándose una primera cascada: LITLANESFOSS cuya agua cae a
modo de cola de caballo entre columnas de basalto.

littlanesfoss

Tras 2km, desde un altozano
se divisa esa otra cola: HENGIFOSS, con sus 118m es la segunda más alta del
país. Se puede llegar hasta su base pero ya nos basta contemplarla desde allí.

hengifoss


De vuelta al parking por el mismo
camino, continuamos por la otra orilla del lago, entre un paisaje alpino, hasta
EGILSTADIR (17.10h. 280km desde que salimos de
Hofn)
Esta si se puede considerar mas
ciudad, con edificios acolmenados, escampada, feota.
Miramos Olga gh, una cuca casita
160€ y Lyngass gh es feísima.

Optamos por continuar hasta EL FIORDO SEYDISFJORDUR, por la 93, a 25km.

EL PRECIOSO PUEBLO
DE COLORES
La carretera primero va
ascendiendo gradualmente. Cada vez mas peliaguda y con las condiciones meteorológicas
más adversas. Aquello se cubre todo de nieve. A las orillas de la carretera en
algunos tramos supera el metro y vamos encajonados. Si no llegamos a ver los
quitanieves nos hubiéramos dado la vuelta. No acostumbrados a conducir bajo
esas condiciones vamos a paso de tortuga.
El viento soplaba con
fuerza y movia esa nieve, quedándonos unos instantes cegados, todo blanco.

quitanieves

Lo bueno es que no había placas de hielo, sólo cubierta por esa danzante nieve en polvo.

Alcanzada su cota más alta
se inicia un tan vertiginoso como precioso descenso hasta el mar, hasta la
punta de ese fiordo donde se halla un pueblito marinero de casas históricas de
colores, con muchas galerías, su iglesia azul…
Ante esa portentosa vista de
un plumazo se nos van todas las tensiones tenidas en ese trayecto.

A mitad de esa bajada
había otra cascada: Gufufoss.


Llegados al pueblo, a
18.15h,  hay varios excelentes
alojamientos:
El histórico edificio en
el centro, hospital gh, 14000Isk la
doble (lleno), había de ser en dormitorio-3900+1400sabanas. Sus áreas comunes
son fantásticas.
Nos decantamos por el POST HOSTEL, frente al mar-90€ hab doble, (mejor que la del
hospital), y con un ventanal de fábula: enteramente abierto al fiordo. Justo
frente la terminal del ferry.
A LA MAÑANA SIGUIENTE VIMOS ATRACAR EL FERRY QUE UNE ISLANDIA Y
DINAMARCA Y PASA POR LAS FEROE. HAY 1 POR SEMANA.
De sus tripas
desembarcaban camiones y coches, lo cual nos dio gran confianza, pues la
carretera de acceso seguro que lo tendrían previsto y despejarían.

Damos un lánguido paseo por el
coqueto pueblo, con esas casas históricas de madera, la IGLESIA AZUL, numerosas
galerías, esculturas, artistas…

A media colina, 15min, un
escultor ha colocado 5 grandes campanas de hormigón, al pasar el viento por
ellas “cantan”

Aprovechamos la excelente cocina del hotel y cenamos pasta y huevos fritos con patatas.

Nota: Llegar a la punta de este fiordo, a la remota granja Skalanes
vimos que requería su tiempo: en coche por mala pista 13km y luego 4km a pie,
cruzando varios ríos.

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