LAS MARQUESAS

27 de junio de 2018

¡LAS MARQUESAS! 



¡EL
LUGAR MÁS REMOTO DONDE JAMÁS HAYA ESTADO!
 

Aisladas en mitad del Pacifico.
Este archipiélago se componía de 16 islas (sólo 6
habitadas, y entre todas no llegaban a los 10000 habitantes) 

Se distribuían en
dos grupos:

-LAS ISLAS DEL
NORTE, donde se ubicaba NUKU HIVA,

la principal, con la capital administrativa, y a su alrededor las menos
conocidas UA POU, UA HUKA, EIAO.

-EL GRUPO SUR, 
CON
HIVA OA
 (donde
recalaron Gaugin o Jacques Brel), 
la legendaria FATU HIVA, (famosa por la
expedición de Thor Heyerdahl), 
y TAHUATA (pequeña isla donde se produjo el primer
encuentro con los europeos, separada de Hiva Oa por el canal Bordelés)

PRIMERO VISITAMOS NUKU HIVA Y DE ESTA FUIMOS A HIVA OA. 
Había buena conexión aérea entre ellas y con Tahití. 
Al resto sólo se podía llegar en
barco desde estas dos principales.

NUKU HIVA
(13-15Enero)
Los dioses Qatea y su esposa Atanua vivían en un
mundo de océano en el que eran felices, pero después de una eternidad errando
Atanua quiso tener un hogar fijo. Qatea cumplió su deseo y sobre la inmensidad
de ese océano creó las islas Marquesas en una sola noche.

Eso la leyenda. 

Más pragmáticamente, el origen de sus habitantes es incierto. Múltiples conjeturas. 

Una de ellas fue la expuesta por Heyerdahl, quien con un precario barco de totora: el Kon tiki, quiso demostrar que provenían de las costas sudamericanas,  del imperio inca. Ayudados por las corrientes. 

Lo que sí está constatado es
que fueron
descubiertas
por el leonés Álvaro de Mendaña en 1595,
que zarpó de Perú. 
En la isla de Tahuata se produjo el primer
contacto entre europeos y autóctonos, en la bahía Vaitahu que Mendaña llamó: Madre de
Dios. 
Ese encuentro no fue amistoso, en una refriega murieron varios habitantes
locales. 
También recaló en Fatu Hiva,  Motane y
Hiva Oa, y las bautizó
LAS
MARQUESAS en honor al virrey de Perú:
Garcia Hurtado de Mendoza, marqués
de Cañete.

Tras Mendaña casi pasaron 2 siglos hasta un segundo
encuentro. 
En 1774 fue James Cook quien llegó con su barco el Resolution, 
y 20
años después arribaron los misioneros. ¡Y 3 siglos después yo!

ACCESO:
Desde
Tahití
1800km. 

Este trayecto iba incluido en nuestro PASE INTER-ISLAS QUE SACAMOS CON AIR TAHITÍ.


Fueron tres horas de vuelo en un avión de hélice típico de Air Tahiti. 
De 6,50h a 10h. 

En el panel de información de vuelos había destinos como Tubuai,  Takaroa… ¡Ya sólo esos
nombres te transportaban a lugares muy, muy exóticos y lejanos!

Fue un vuelo tranquilo, repleto de sueños, citas,
imágenes, leyendas… 

Sintiéndome ese Álvaro de Mendaña que en el XVI las
descubrió; Stevenson, (el de la isla del tesoro y los mares del sur), que llegó
a bordo de La Casco; Gaugin y sus cuadros; el cantante Jacques Brel que,
diagnosticado de cáncer, buscó el lugar más retirado donde no se le importunara
ni conociera; o Melville (el de Moby Dick) que desertó y aquí dio con su
paraíso:

“…Nunca podré olvidar los
veinte días en los que los vientos ecuatoriales nos empujaron suavemente hacia
las islas. Habíamos cruzado, persiguiendo ballenas, la línea del Ecuador, a
veinte grados al Oeste de Galápagos, y todo lo que teníamos que hacer, cuando
nuestro rumbo fue determinado, era dejar el barco a merced del viento y éste
haría lo demás… ¡Qué delicioso periodo de ociosidad tuvimos mientras
navegábamos! No había nada que hacer. Todos parecían estar bajo la influencia
de algún narcótico. Leer era imposible; se cogía un libro y al instante uno
quedaba dormido…”

Los 20 dias que necesitó para llegar comparado a las tres horas mías, en tiempo desde luego no había comparación, en intensidad y exaltación de las emociones ¡las mismas! 

Tres horas… ¡Pero desde Tahití! 
¡Habría que añadir el Madrid-Nueva Zelanda, y el Nueva Zelanda-Tahiti! 
¡Vamos, que aún era una odisea llegar hasta Las Marquesas! 

Para todo ello empleamos un
billete de vuelta al mundo: RTW.
Con él, durante 1 año, puedes usar cuantos aviones desees, adscritos a las
compañías que se incluyen en ese RTW.

En ese vuelo sobrevolamos algunos ATOLONES DE LAS TUAMOTOU,
sin isla central, sólo el anillo de motus y la laguna con sus encendidos
colores turquesa. 
¡Aquí sí que sólo te dedicas a estar en el resort y nada más!

Rangiroa,
Tikehau, Mataiva, Ahe, Takaroa, Akiaki, Turaia..
.

Pero al llegar, todas esas sensaciones se nos derrumbaron. La imagen que nos habíamos hecho de las Marquesas como una isla tropical,
exuberante, cubierta por un manto vegetal infinito, repleta de
palmeras, mangos, exóticos árboles como el mape, pua, aitos, flamboyanes, hibiscus, opois (la característica flor roja polinesia), cascadas,
helechos gigantes… ¡Todo eso no estaba allí! 

Porque el avión
aterrizó en un pequeño
aeropuerto
ubicado en la esquina noroeste de la isla, en la llamada: Terre déserte: la TIERRA
DESIERTA, a 40km de la capital: TAIOHAE


Entre un paisaje totalmente
opuesto a lo ideado: Desolado, despoblado, árido, gris. ¡Ni una sola planta.
Ni un árbol! 

la tierra desierta

¡Luego descubriríamos que esta 
esquina noroeste nada tenía que ver con el resto de la isla, que sí cumplió,
y con creces, nuestras expectativas!

Hubimos de CAMBIAR HORARIO: 
MEDIA HORA MÁS RESPECTO A
ISLAS SOCIEDAD. 
11 ½h  menos con España.

MONEDA: FRANCO CFP. 
1€-119CFP (2010) 
Ya llevábamos
cambiados en Tahití, y en las poblaciones principales había bancos.

IDIOMA: francés y polinesio.
 Kaoha es hola, ¡aquí no
se dice maururu, eso es tahitiano!  
y
gracias es Kotá
ALOJAMIENTO:
En el aeropuerto había carteles
informativos de alojamientos y guias. 

-Pension moana
nui-6500Cfp, 
-Keikahanui Pearl lodge de gama alta 10000Cfp, 
-Paahatea 7000Cfp. 
-Llamamos  y nos quedamos con una casa familiar: CHEZ FETU,
situada en el centro de Taihoane, la capital.
Una típica casa de las Marquesas, regida por una entrañable familia. 
Con cocina, salón, dormitorio
y baño. 


La familia vivía en la casa vecina. Conocimos al simpático abuelo,
“el patrón”, de 94 años que sentaban en una mecedora en nuestro porche, leyendo
la Biblia se pasaba las horas. Adrianne la abuela, Suzanne, Christina la nieta… Por allí correteaban gallos, caballos, perros… 

Al llegar nos ofrecieron pan de polinesia (un frito
tipo buñuelos) y bananas.


DEL AEROPUESRTO HASTA TAIHOANE:

Fuimos en una una pickup con otros lugareños. 
4000CFP pp
1,15h de trayecto. 40km
Su coordinadora era Lucie Otto. Tf: 720265/920489. 
A
través de ella también alquilaríamos una ranchera 4+4 para recorrer la isla

De inicio circulamos por un carril asfaltado, pero a los pocos km pasó a una pista de tierra, bacheada, entre un
paisaje más típico de un spaguetti western. 

Ya percibimos que la orografía de las Marquesas era abrupta, en muchas zonas inaccesible. ¡Km y km de cerrada
selva! Valles entre escarpados precipicios, gargantas, barrancos…

Y estos eran los que íbamos sorteando por la sinuosa
pista. 

De esa desolación pasamos a unos bosques de
coníferas, que más recordaban un paisaje mediterráneo y luego a un paisaje tropical.

El camino alcanzó lo alto de la montaña: El MONTE MOAKE (840m) que cerraba la BAHIA DE TAIHOANE. 

Las vistas desde allí eran portentosas, a ese
perfecto anfiteatro natural, con su costa en forma de «C» cerrada y vigilada por
dos grandes formaciones rocosas: LOS CENTINELAS: Motu Nui y Matauapuna.

A orillas de esa playa se extendía la
capital, una minúscula población que no llegaba a 2000hab.

Nuku Hiva sólo poseía dos carreteras (pistas):

Esta que traíamos desde el aeropuerto, atravesaba la tierra desierta y llegaba hasta el monte Moeke desde donde se
descendía hasta la capital: Taiohae. 

-Antes de iniciar la bajada se bifurcaba la segunda
carretera, que se dirigía al noreste, al corazón de Nuku Hiva, pasando el
valle de Taipavai, donde se encontraban los principales sitios arqueológicos, hasta
su final en Haitheu (unos 20km).  

-Una tercera pista iba desde Haitheu al aeropuerto en
paralelo a la costa norte, pero era muy abrupta. Sólo para 4+4 y conductores
avezados.

A 13,30h dimos nuestro primer PASEO POR TAIHOANE

A 100m de la casa, teníamos la
playa de Taihoane,
de arena volcánica negra. 

la playa de Taihoane,

En su tranquila agua, con
pequeñas olas en algún tramo, los lugareños surfeaban o remaban en sus va´a, la
piragua con patín lateral. 

La bahia cerrada por los centinelas

La localidad se expandía a lo largo de esa playa, en
casas de no más de dos alturas, la naturaleza ocupaba más espacio que las
construcciones. 


Vimos: 
-el ayuntamiento
coronado por tres banderas: francesa, polinesia y la de las marquesas. 

-El banco Socredo donde
cambiamos € a CFP. En su puerta había un tiki, esas singulares figuras antropomórficas
de piedra, con grandes ojos saltones y en su boca a veces una amplia sonrisa, a
veces serios. 

TIKI: 
Eran el emblema de las Marquesas. Se encontraban por toda la isla, algunos ancestrales, y algunos ubicados en sitios muy
mágicos.

TOHUA:
Otro término que se había de aprender. Unos lugares arqueológicos enigmáticos, centro
ceremonial (al modo de los maraes de la Sociedad) 
LOS TIKIS 

Llegamos 
hasta el extremo donde se ubicaba el pequeño puerto.


Allí
estaba atracado el pequeño barco Tahiti Nui VII que enlazaba Nuku Hiva con las
otras islas. Este con Fatu Hiva.


En esta zona del muelle, alrededor de una plaza
central presidida por un triple
tiki,
había una terraza donde los lugareños tomaban infusiones unos,
cervezas otros, la oficina
de información,
(nos dieron un básico mapa), un centro de artesanía en el que se exponían
sus tallas en madera y piedra, collares, instrumentos musicales, armas,
estampados…, y también un mercado
de alimentos
donde compramos fruta y probamos un producto típico: la
banana asada en un envoltorio vegetal.
También en esta zona quedaba correos y el hospital.


En el CENTRO DE ARTESANÍA

En ese paseo costero también se alzaba la IGLESIA NOTRE DAME
Hecha con materiales autóctonos: roca
volcánica, madera de los banianos, de los cocoteros, del árbol del pan, los
mapes, o el toa: el árbol de hierro. 

¡Lo más singular estaba en sus figuras y decoración
Por ejemplo, San Pedro y San Pablo presentaban unas caras con rasgos
polinesios: nariz ancha y chata, labios gruesos. Portando uno una red de pescar,
el otro un arpón. 

¡Una pietá polinesia! 
El rey David
aquí no tocaba la lira sino el ukelele, 
San Juan Bautista iba ataviado con su
sombrero de palma, 
O en la talla del monte de los olivos estos habían sido
sustituidos por árboles del pan…
Seguimos: 
-El PAE PAE TEMEHEA, un parque donde los artesanos y escultores exponían sus obras, entre ellos varios TIKIS.

-La escuela pública

-El MONUMENTO A HERMAN MELVILLE,
el de Moby Dick. (Llegó en 1842 en un ballenero, el Acushmet, del que desertó
para quedarse.  En su libro Taipi
relata su estancia en Las Marquesas:

“…Un grupo de muchachas llegó a nado al barco. ¡Nunca vi un barco
asaltado por tan irresistible partida de piratas! Tomado el barco, nosotros no
pudimos hacer sino declararnos prisioneros y todo el tiempo que estuvimos en la
bahía estuvimos en manos de las sirenas…” 

Bueno, a nosotros nos recibió el
entrañable ancianito de 94 años, había sutiles diferencias…

-El hotel Keikahanui 
-el pequeño museo. 
-El cementerio por el que entre las tumbas se paseaban los gallos. 

Regresamos por el
interior
, salpicado de casas
de dos alturas, paredes de esteras, amplios ventanales que se solían dejar abiertos. 
Entre cocoteros, mangos, hibiscus, toas, campos de tiares… 


Al día siguiente
llegará un crucero
 
Como esto era una
de sus mejores fuentes de ingresos, la mayoría de los residentes participaba
en montar en la explanada del puerto puestos de artesanía, de comida, hacerles
un espectáculo de danzas y folklore tradicional, una muestra de sus costumbres… 
Por eso estaban ensayando
en el polideportivo
y se nos invitó a estar con ellos. Unos hombres de
tamaño descomunal tocaban tambores, guitarras, ukeleles.


Les conocimos sonrientes y
divertidos, ¡pero al siguiente día vaya miedo daban !: con collares que eran una
ristra de colmillos de jabalí, sus orejas perforadas y con esos colmillos por
pendientes, en brazos y espinillas unos manguitos hechos de palma, como su
taparrabos, el torso desnudo, dejando ver unos elaborados tatuajes, 



Esos bailes también eran fieros, provocadores. Otros
sensuales. 
Una de ellas era el HAKAMU, en la que las mujeres imitaban el vuelo
del pájaro. Su origen se remontaba a una vieja leyenda que cuenta que cuando
murió la hermana del jefe de Haitheu, muy joven, la tribu la veló tres días. Al
tercero su espíritu se elevó y unió a las aves marinas. 
Otra era la danza del
deseo, toe hava. 
Una profesora les instruía y corregía. 
Al final hicieron un
corro, recitaron una oración y se santiguaron.

La
religión estaba muy arraigada: protestantes en mayor número, católicos,
adventistas, mormones, testigos Jehova. 

13 ENERO 

Comenzamos el día yendo al puerto donde habían montado la fiesta para recibir a los cruceristas
El barco se encontraba atracado en el centro de la bahía y los pasajeros eran trasladados a tierra en lanchas. Escoltados por varias piraguas va´a, de esas con patín.

En un gran letrero: “Iahoa Nui-Iaorana-Bienvenue-Wellocome-Willkommen-Bienvenido
Nuku Hiva-Iles Marquises.

Los
cruceros les era una fuente de ingresos en una tierra donde los recursos eran
escasos.
 

Vivían de la agricultura,
principalmente de la COPRA que se extraía del coco. 
De ella se destilaba un
aceite, EL MONOI, que se aplicaba en numerosos productos, principalmente
ungüentos y cremas. 
¡La mejor crema solar! ¡Y repelente del temido
NONO: unos insectos de picada muy dolorosa!  (No nos afectaron)

Otro recurso era la pesca. 
En menor medida las perlas,
la artesanía, minerales como fosfatos. 

En el puerto habían instalado carpas donde mostraban su
artesanía, su gastronomía; las niñas daban muestra de su
habilidad en trenzar la fibra para elaborar esteras; y en el centro exhibían
sus danzas que ya vimos ensayar la anterior noche, sólo que ahora iban
ataviados como sus antepasados.


¡esta es la fiereza de sus habitantes!



También mostraban sus actividades cotidianas,
enseñaban a colocarse el pareo, (había múltiples formas y estilos),
cómo obtenían y trenzaban la fibra de palma, cómo abrir los cocos, beber su agua,
rayar su pulpa…


Al mediodía Lucie nos trajo la ranchera que habíamos alquilado.

UNA VUELTA POR LA ISLANUKU HIVA


Nuestra primera parada la hicimos a la salida de Taihoane. En el TOHUA DE KOVEVA. 
Un centro ceremonial entre la
jungla, a la sombra de unos baianos gigantes, con sus miles de
lianas.

Paseamos libremente y solos entre esas enigmáticas plataformas de
piedra, algunas casas ceremoniales estaban restauradas, varias figuras al modo 
de los moais de Pascua, 
Un
olor dulzón impregnaba el aire. 
El único sonido era el de las aves. 


Seguimos hasta lo
alto del Monte Moake.
 Con las vistas a esa bahía. 

Tomamos el desvio que nos adentraba en EL VALLE DE TAIPI. ¡Hacia el corazón
de Nuku Hiva!

MARQUESAS Y EL
CANIBALISMO:
Preferimos desentendernos de que el significado de taipi
es ¡“El que gusta de carne humana”!
 

¡Porque  en las Marquesas  se practicaba canibalismo! ¡Se practicABA!, ¡pasado! 

Un suceso muy extraño acaeció en  2011 cuando apareció un turista alemán dicen que comido. Unos cuentan que tomó
un guía que estaba perturbado.

Yo sólo puedo afirmar
que no tuvimos ningún percance con las muy amables y amistosas gentes de las
Marquesas. 

En unos 5km alcanzamos la BAHIA DE TAIPIVAI, LA BAHIA DEL CONTROLADOR
Con otra playa de arena negra. 
La localidad que aquí había era una aldeíta de casas de una planta, paredes de colores, techo ¡de
uralita!
El extremo era el CABO TIKAPO. (Otro interesante nombre…) 

la BAHIA DE TAIPIVAI, LA BAHIA DEL CONTROLADOR

Seguimos por la pista, paralelos al RIO
TAIPAVAI
.

Cada vez nos encontrábamos más dentro de la isla. Pasamos por numerosos secaderos de COPRA.
En
ellos los cocos troceados se secaban al sol, extendidos en una larga plataforma
bajo la cual se hacía fuego para que acelerara ese secado y los ahumara. 
De 3kg de coco se obtenía 1 de copra, la cual se procesaba para extraer el aceite, el monoi, jabones,
lociones, champús…

secadero de copra

Al fondo se divisaban las CASCADAS VAIHAU Y MAHUAKI que caían desde lo
alto de la montaña.

SITIO ARQUEOLÓGICO
DE PAEKE
 
Dar con el inicio del sendero que llevaba hasta este lugar fue complicado. 
Estaba entre dos casas,
nada indicado, luego ya sí se convirtió en un bonito sendero con escalones, puentecitos.
En 15min llegamos a una loma donde se hallaba un doble tohua y multitud de tikis. 
El lugar era precioso. Escondido. Virgen. Silencio. Jungla. Esos tikis…


Atravesado el valle alcanzamos EL PASO
TEAVAITAPUHIVA
(490m) desde donde se iniciaba el descenso hasta la bahía de HATIHEU. En revueltas, y maravillosas vistas. 

En el camino paramos en el CENTRO CEREMONIAL KAMUIHEI

Se componía de varios
ahus (las plataformas de piedra), cobertizos sostenidos por unos postes
tallados con la figura de un tiki, diversas figuras de piedra, y petroglifos que aún se estaban estudiando. 



Encontramos a los del national geographic 
En unos baldes elaboraban una pasta color rosa que aplicaban sobre esos petroglifos, esperaban a que solidificara y entonces podían extraerla con facilidad, quedando grabado ese petroglifo que llevarán hasta el museo de su país.
Allí había figuras de
tortugas, mahimahis (pescados), hombres, aves, indescifrables signos y
escrituras…


Otro centro ceremonial cercano era EL TOHUA DE HIKOKUA, con
más de esas terrazas de piedra sagradas, y sobre esas plataformas los simpáticos
tikis. 
¡Qué lugar más impactante!

Alcanzamos Haitheu una pequeña localidad ubicada en otra
fantástica bahía, con la playa de arena negra a cuya orilla había un gracioso
tiki gordinflón y un pequeño marae. 


El pueblo se componía de una calle principal
de tierra, paralela a la playa, una veintena de casas y en su centro una
iglesia. 
También había una oficina de correos y un alojamiento:
CHEZ IVONNE 12000CFP con desayuno y cena.

Realizamos el sendero que llevaba a la vecina BAHIA DE ANAHO
Su único acceso era esta trocha o con barca. 


En Anaho fue donde R L Stevenson desembarcó por
primera vez. 

Se le dice la bahía perfecta. 
Así la describió: “A partir de aquel
dia que fondeamos nos convertimos en esclavos de las islas Vivianas. He
contemplado despuntar el alba en muchas partes del mundo, siempre ha sido uno
de los placeres intensos de mi vida. Aun así, la aurora que me produjo una
emoción más profunda la vi brillar sobre la bahía de Anaho”


Iniciamos el camino,
entre la cerrada selva. Ascendiendo por el Teavaimaoaoa pass de 218m. 
Era sencillo, en 30min estuvimos arriba. 
Sólo nos cruzamos con un lugareño que guiaba
dos caballos. 
Desde lo alto contemplamos esa bahía. Virgen, cerrada. Solo había dos casas que eran dos
pensiones: ¡Eso si era estar aislado!
Al lado de Anaho se abría otra bahía, la de
HAATUATUA.

Desde Haitheu iniciamos el camino
norte
que finalizaba en el aeropuerto, por la costa. 
Una muy mala pista. Pasando altos acantilados. Algunos tramos muy expuestos, de vértigo. 
Llegamos hasta el perdido AAKAPA
Continuar
lo vimos muy largo y monótono, pues volvíamos a entrar en la tierra desierta.
Deshicimos lo recorrido.

14 Enero Regresamos a la capital Taiohane.

SUBLIME EXCURSION
AL VALLE DE HAKAUI Y CASCADA VAIPO
.
En barca y treking.

Este aún más aislado valle SOLO TENÍA ACCESO POR MAR. 
Por tierra en un muy largo treking sorteando varias montañas. 

En el PUERTO preguntamos a un par de 
pescadores,
pero sus barcas eran pequeñas y la travesía era muy movida.

Finalmente nos enteramos que JOCELYN
TOURS-tf 744223
llevado por Jocelyn y su marido: Etienne, tenían organizada su visita con unos clientes d
el hotel Keikahanui
8000CFP (que,
sin decirle nada, Etienne  nos dejó en
6000CFP)

A 8,40h
partimos c
on dos parejas de franceses que trabajaban en el hospital de Tahití (anestesista, radióloga y enfermeras) 
El sueldo era mayor y una premisa era una permanencia mínima de tiempo. Aguardaban que ya se cumpliese porque añoraban su París o un Marsella… 

En una moderna y potente lancha. ¡Y ESTO ERA ESENCIAL PARA REALIZAR LA TRAVESIA!


Pasamos LOS CENTINELAS y entonces el mar plano,
domado por lo cerrado de la bahía, se desbocó y las olas tuvieron su buena altura.
¡Vaya saltos! 
Etienne iba tranquilo y seguro.

La costa era abrupta, de acantilados. 
Pasamos COLETTE BAY. 
En 30min
alcanzamos la fabulosa BAHIA
HAKAUI
con dos playazos separadas 

VIMOS MANTARAYAS. 

Etienne escogió la playa de la derecha (mirando a tierra), de arena blanca y palmeras. 
Paró el motor a 20m de la orilla y hubimos
de alcanzarla con el agua hasta la rodilla. 

Atravesamos esa paradisiaca playa. Nos cruzamos con
dos personajes montados a caballo, con su escopeta, machete,
collar y pendiente de colmillos de jabalí, brazos tatuados, ¡y sus gafas de sol
de diseño! 
 

Esos caballos eran el medio de transporte en este valle.
Y ellos habían de ser autosuficientes.  Cazaban jabalís y cabras salvajes.


Pasamos a la segunda playa, de arena negra: HAKATEA.

En ella desembocaba ese MUY REMOTO VALLE HAKAUI. 

En él vivían 20 personas,
pertenecientes a dos familias que tenían sus plantaciones a la espalda de esa
playa: mangos, limas, papayas, guayabas, urus o árbol del pan… 
Esos huertos se abrían talando, desbrozando y quemando para dejar un
claro donde plantar. 

Por allí sólo había un par de casas; una pequeña capilla;
secaderos de copra; la casa del escultor, con sus tallas; el pequeño cementerio;
¡y una antigua cabina de teléfonos! 

Tomamos dirección hacia el interior de ese valle. 

Tras las plantaciones pasamos a la selva.
Siguiendo el curso del río. 

El calor y la humedad eran fuertes. 
Hicimos un primer
vadeo del río. Atravesamos bosques de kohe (bambú) y ihis
(castaño polinesio). Y poas, y mapes, y urus, y caucho… 

Encontramos restos de
pae paes y tohuas, lugares sagrados, y algunos tikis. 


Etienne nos señaló una oquedad o a mucha altura de uno de los paredones que cerraban el valle.
Era una tumba. ¿Cómo pudieron
acceder hasta ahí?… 

Otro lugar singular fue un pequeño foso de piedra, que se
usaba como despensa conservadora. Colocaban los alimentos en capas.

Tras unos 5km, divisamos la altísima CASCADA VAIPO, con una altura de 350m, en
una cola de caballo. El tramo final de acceso fue por un desfiladero. 

Comimos a orillas del río. En su lecho vimos a
unas anguilas. Y emprendimos el mismo camino de regreso.
En la playa blanca nos dimos un baño.
16h
partimos. 
Vuelta a vérnoslas con ese mar bravío, encabritado. Olas aún más
altas que a la ida.

Cascada Vaipo


15 Enero 
Nos despedimos de nuestros anfitriones, y a
8h nos recogió el marido de Lucie para llevarnos al aeropuerto (4000CFP)

NOS TRASLADABAMOS A HIVA OA
Un avión de hélice de Air Moorea.


¡15 plazas
tan sólo! 
¡Sin separación entre cabina y pasaje, así que podíamos ver todas las
maniobras de vuelo! 
El piloto fue quien, simplemente girándose, nos dio la
bienvenida. 
40min hasta HIVA
OA, el grupo norte de Las Marquesas.


Fue un vuelo tranquilo, muy bonito.
De
salida sobrevolamos Nuku Hiva, la bahía Taiohae, y al llegar a Hiva Oa lo hizo
por la bahía Hanaipe y siguió su valle a baja altura, planeando, hasta aterrizar en el aeropuerto Jacques Brel. 


HIVA OA (15-18enero)

La DOMINICA. Nombre debido a que  Álvaro de Mendaña la descubrió un Domingo.
FENUA ENANA en su idioma.

De las Marquesas de Stevenson y Melville nos
trasladamos a la de Gaugin y Jacques Brel.


La de los TIKIS (figuras antropomorficas) y MEAES (lugares ancestrales sagrados)



También era una isla pequeña, 15km de largo. 
2000hab. 
Y también su orografía era una sucesión de calderas volcánicas.
Feani era su montaña
más alta, con 1126m 
ATUONA su capital, una localidad dispersa, de casas bajas, con poco a destacar salvo su renombrado cementerio y la casa-museo de Gaugin.

Ubicada en la bahía DE LOS TRAIDORES. Con una insípida playa que era una franja de arena negra, cerrada
por un feo muro.

la PLAYA ATUONA. 

mostrándonos sus tatuajes

La isla, con forma de rectángulo, únicamente poseía una carretera que
discurría en diagonal, desde Taaoa, a 7km de la capital Atuona, hasta Puamanu a unos 50km

En
medio quedaba el aeropuerto. 


Asfaltada sólo el tramo central. El último trayecto, 30km hasta Puamanu, (30km), por una pista delicada. 

Ese aeropuerto era como un chalet. 
A la llegada los familiares aguardaban la venida de sus allegados, ofreciéndoles vistosos collares de
flores.


En un cartel se exponían precios de transfers y de excursiones. 

Del
aeropuerto hasta Autona eran 1800CFp-15€ (precio fijo). 
Pero decidimos alquilar
coche desde el mismo aeropuerto. 
Llamamos a uno de los carteles que había, aguardamos, y en unos 20 min nos trajeron un Suzuki. 
10000CFP (84€) por 3 dias.
Tf-700171 / 728383 / 707207

El señor también era dueño de LA PENSION TEMETEU y de la
gasolinera. 
Esa pensión se ubicaba en el centro, cerca de todo.
Bungalows 9000CFP. 
Amplios cuartos, gran cama con mosquitera, una piscina prefabricada

En la playa estaba PENSION MOEAHU

El jeep. Nuestra primera visión de Atuona y la Bahia de los traidores


Lo primero que hicimos fue ir al CEMENTERIO 


En él se ubicaban las icónicas tumbas de Gaugin y Brel 


Ese cementerio se ubicaba sobre una loma, dominando la
bahía de Atuona. 
Cerca de la entrada LA TUMBA DE JACQUES BREL el cantante
belga que murió en Paris en 1978 pero, según su deseo, sus restos fueron
traslados a su amada isla. 

Acá se refugió, huyendo de la celebridad una vez se le diagnosticó cáncer. 

Alzó su casa: el Belvedere de Brel, hoy
reconvertida en museo. En su entrada una placa exponía los versos grabados de
una de sus canciones: 
“Déjame que te diga, uno no se puede quejar en Las
Marquesas”.

Fue muy apreciado por la gente local, sobre todo
porque hizo muchas obras sociales para mejorar sus condiciones de vida, como
poner a disposición de cualquier enfermo un avión para trasladarlos a Tahiti,
alzar un cine al aire libre, donativos…


Su tumba era sobria, simplemente una plataforma de
tierra, circundada por bloques de piedra gris. 

Esa plataforma
estaba presidida por un monolito con tan sólo dos placas de metal de pequeño
tamaño: en una su nombre y fecha (1910-1978) y en la otra su retrato grabado en
relieve.


En un piso superior, LA TUMBA DE GAUGIN 
Se componía de una primera peana de piedra
gris y sobre ella la tumba hecha con piedra volcánica rojiza. 
Al frente de esa
tumba se había escrito el nombre: Paul Gaugin, 1903. 
Estaba a la sombra de un árbol de tiaré y al lado hay una estatuilla: Oviri, la diosa de la
muerte, representada como una mujer exuberante, parecía que bailando.



GAUGIN llegó en 1901 a bordo del Croix. Antes
había estado en Papeete, pero no le convenció pues a su parecer estaba
demasiado contaminada con el contacto exterior, él quería buscar, palabras
textuales suyas: “el lugar menos asediado por la civilización europea” 
Y,
entusiasmado y lleno de expectativas, esto otro escribió antes de arribar a
Hiva Oa: 

“…”El mes que viene estaré en La Dominica, pequeña isla de Las
Marquesas que estalla de vida, donde se vive por casi nada y donde no tendré
europeos a mi alrededor… El elemento salvaje, junto a la completa soledad,
revivirá el fuego de mi entusiasmo antes de morir, dará nueva vida a mi
imaginación y llevará a mi talento a una conclusión adecuada”…

En Atuona adquirió una parcela y alzó su MANSION DU
JOUIR (casa de placer) Y en ella su taller. (Era
 visitable, convertida en museo)

En esta etapa pintó 41 cuadros. 
Aunque lo cierto es que fue una
etapa conflictiva: propagó la sífilis, (como ya había hecho en Tahití), se
enemistó con el obispo y otros dignatarios, se le condenó a 3 meses de cárcel,
pero murió en 1903 antes que se ejecutara la sentencia.

“En mi ventana aquí en Atuona, todo se oscurece,
las danzas han terminado, las dulces melodías se apagan. Pero no hay silencio.
En crescendo el viento hace zigzaguear las ramas, la gran danza comienza…»

Y allá
estábamos: admirando desde su tumba y ese cementerio la vista de su
ya no tan salvaje Atuona, con la bahía de los Traidores, el islote Anakee, las
casas dispersas anárquicamente entre una naturaleza desbordante.

 Ascendimos
hasta el CALVARIE
por encima de ese cementerio, donde se ubicaba una alta cruz blanca. 


Luego
bajamos hasta
el centro,
donde se hallaba la gendarmerie, la ecole, el licee… 
La iglesia St Peter de color amarillo mostaza y tejado
rojo. 
Un pequeño tohua (centro ceremonial) y a su lado un centro artesanal
donde se exponían sus típicos tejidos estampados, tallas, tikis…
También había una oficina de información turística, útil para mirar excursiones a Puamau (salida 8h regreso
16,30h-10000CFP), a la isla de FATU HIVA en el catamarán público Auona, 4000CFP

Comimos en el snack make make:  poison cru, pollo con legumbres, arroz, cerveza hinano, agua. 4400CFP


Había distintos tipos de poison cru: marinado, con leche de coco, a la chinese…

Otro restaurante era el Moehani


La visita ineludible era ¡LA CASA-MUSEO GAUGIN, SU MANSION DU JOUR! 

Entrada 600CFP. 



Primero se pasaba a la pinacoteca, de
inicio la sala de autorretratos, Gaugin con sus rasgos angulosos, bigote, nariz
torcida…


En una de las paredes habían reproducido en grandes
letras su escrito donde manifiesta querer huir de la civilización, dar con un
lugar salvaje, puro.

Salimos al jardín donde se elevaba la
MANSION DU JOUR (Mansión del placer). 
De doble piso, techo de paja y paredes de
esteras.
En la puerta de entrada el famoso dintel con ese nombre grabado “mansión du jour” y a los lados las
figuras de dos exóticas mujeres, con sus pechos al aire. 


El interior lo encontramos vacío. Sólo una colección
de fotografías que estaban ¡colgadas de cuerdas y en fundas de plástico!, un
maniquí tamaño natural de Gauguin, vestido con pantalón naranja, camisa blanca
y tirantes, y reproducciones de sus obras tipo mercadillo colgadas igualmente de
cualquier manera en esas paredes de palma.

También el BELLVEDERE, LA CASA DE JACQUES
BREL
Entrada: 500CFP

En su entrada una placa exponía los versos grabados de una
de sus canciones: 

“Déjame que te diga, uno no se puede quejar en Las
Marquesas”. 

En una gran sala tipo hangar estaba el avión que donó y
en las paredes fotografías, letras de sus canciones, retratos… 
Vivió en
Marquesas de 1975 a 1978.

Emprendimos los 7km que nos separaban de TAAOA,

Por una
bonita carretera estrecha,  flanqueada de altas palmeras y las faldas del Monte Temetiu de 1276m. 


TAAOA era una aldea desperdigada, con buenas casas
entre la tupida vegetación. 
Pasamos la iglesia de paredes de piedra y
tejado de lajas, toda de color gris, 
Y fuimos hasta su pequeña playa, de guijarros negros. 

Avanzamos hasta EL SITIO ARQUEOLÓGICO DE TAA OA,
por una carretera aún más estrecha y más encerrada. A partir de ahí si se quería avanzar había de ser
a pie o a caballo, hasta la BAHIA HANAMENU, un paraje totalmente virgen.


Paseamos libremente y en solitario por este evocador
lugar compuesto de múltiples meaes y tohuas (centros ceremoniales,
sagrados) 

Era un antiguo poblado, por eso allí también estaban las ruinas de las casas, dispuestas alrededor de la
plaza central. 



Regresamos a Atuona
y seguimos la carretera principal, la única de Hiva Oa,
que se dirigía hacia el norte. 

Al poco, un gracioso cartel indicaba el desvio de 200m hasta EL TIKI SONRIENTE
(SMILING TIKI o LE TIKI SOURIANT) 


Estaba muy escondido entre esa zona selvática. 
¡Tan solito, tan pequeño, tan sonriente, tan
entrañable…! 
Los brazos abrazados a su ombligo, sin llegar a unirse, la
gran boca con su sonrisa, unos ojos que parecía tener gafas… 

 

Pasamos el aeropuerto, nos desviamos hacia LA BAHIA HANAIAPA
siguiendo el valle de igual nombre. Pasando secaderos de
copra. 

En su final encontramos una aldea que se asemejaba a
un complejo residencial. A la entrada
había un pequeño tohua con su tiki y en su final un hermoso lugar compuesto
por un pequeño lago y una playa de arena negra, en una cerrada
bahía. 


EXCURSIÓN HASTA
LA  PLAYA HANATEKUUA:

El sendero se iniciaba 100 antes de llegar a la playa. 

No estaba señalizado y aplicamos la intuición. 
De primeras iba ascendiendo y no
era muy atractivo por los estragos de la industria de la
copra, con muchas palmeras desmochadas. 
Se compensaba con las vistas a esa bahía de Hanaiapa. 
Alcanzamos la
cima del collado (Hanahau pass, de 159m)

A partir de aquí finalizaba el camino de los
plantadores de copra y pasó a ser un sendero.
“ancient piste cavalier: Hanaketuua. Bonne marche”.

Nos
cruzamos con un padre que iba a pie, guiando un caballo sobre el que había
montado a sus tres hijos pequeños. Nos dijo que aún nos quedaba 1h
larga, ¡y ya estaba atardeciendo! Nos arriesgamos y seguimos. 


La trocha sorteaba varios barrancos. Por un paisaje árido. Y
alcanzamos otro collado desde el que divisamos esa playa de arena blanca, fina, virginal.


Si
hubiéramos ido preparados una gran idea hubiera sido pernoctar allá. (Había unas
rudimentarias chozas)
Regresamos a paso vivo pues la noche comenzó a
despuntar. 

La carretera seguía hacia el extremo noreste. Entonces se acabó el asfalto. Pasó a ser una pista de tierra que fue empeorando por momentos.

Alcanzamos un cruce con dos únicas posibilidades: 
En una “V”, un ramal llevaba hacia
la BAHIA HANAPAOA y el otro hacia PUAMAU.

Tomamos hacia este último,
30km. Ya más allá ya no se podía seguir más que a pie o a caballo, entre un paisaje intacto,
selvático

¡Y ahora sí empezó lo bueno!
¡EL ESPELUZNANTE CAMINO HASTA PUAMAU!:

La pista una vez alcanzada la costa norte discurrió por el borde del acantilado, haciendo giros muy cerrados,
¡algunos de hasta 360º!

Tomar alguna curva al mismo borde del precipicio daba respeto.


Descendimos a la ALDEA
DE NAHOE,
y la de ELAONE, sitas ambas
en unas vistosas ensenadas, con sus playas de
arena negra.

Subidas, bajadas, revueltas… ¡Comenzó a caernos la
noche! 

Menos mal que en ese último tramo se acabaron los
precipicios y se transitaba por un terreno ya menos expuesto. 

Llegamos a 20h, con
noche cerrada. 

Puamau estaba situada el final de esa carretera. Ya más
adelante no se podía continuar con vehículo. 100habitantes.
Poseía colmado, bar, bonitas
casas. 
A esas horas no nos encontramos con nadie.

Había un par de
pensiones, como PENSION MARIE ANTONIETTE, pero no vimos a quien la regentaba, 

Dormimos en el Suzuki-resort, frente al mar.

16 enero: 
¡AMANECEMOS FRENTE LA BAHIA DE PUAMAU! 
Paseamos por el pueblo, ubicado en un anfiteatro de montañas.
Ahora sí nos
cruzamos con los lugareños, iban emperifollados y todos caminaban en
una misma dirección. 
¡Era domingo, ibaan a misa de 8h! 
Esa era la iglesia católica. 


Luego nos fuimos hasta el MEAE DE IIPONA sito a la salida de la localidad

¡Junto al universo Gaugin y Jacques Brel y la bahía
Hanaiapa, LO MEJOR DE HIVA OA!

Meae era un lugar sagrado. 
Acceso sólo
reservado a las gentes con MANA.


Otro de
esos lugares mágicos, hermosísimos, que pudimos contemplar en total soledad.

Ubicado a pies del MONTE TOEA, entre el bosque de baianos, cocoteros, mapes, toas,
tamarindos, hibiscus… 


Aquí vivía el CLAN TAKAII. 
El conjunto se
componía de numerosas construcciones de distintos usos: funerarias, rituales,
sacerdotes, guerreros, sacrificios… 
La faie o pukao era la casa de meditación
del gran sacerdote. 
La faie o touteko la casa de ese gran sacerdote. 
Luego
había tohuas y paepaes para las
ceremonias…
Y entre ellas ¡los
magníficos, únicos e impresionantes tikis!:

-EL TIKI TUMBADO. Único en esa postura. Imitando a Superman volando. Parecía un renacuajo. En su base había grabado un curioso petroglifo, con un
ciervo en relieve.

-EL TIKI GIGANTE que representa a Takaii, jefe y
gran guerrero, ¡De 2m de altura! 


-Lo mismo en el que está  a su lado: Te Tova e Noho, el más antiguo.


-Unos metros por detrás: Te Ana o Fau Poe, el tiki
femenino, mujer de Takaii. Se encontraba sentada, otra postura inusual.


-y el último era Te Haa´e tou Mahi, más conocido por
Manuiotua

¡Qué lugar más impresionante!


Regresamos al centro de la localidad y en el snack
Teresa (donde los lugareños se habían reunido tras finalizar la misa) nos tomamos
unas hamburguesas y colas-700CFP. 

¡Y ahora tocaba regresar por la pista! 

Nos detuvimos para dar un paseo por la aldea de
ELAONE con su playa, iglesia y su decena de casas. 

Continuamos. Pasamos NAHOE igualmente con su playa. 

Alcanzamos el desvío en “V” y nuestro siguiente objetivo fue LA BAHIA HANAPAOA. 
¡30min
para 7km por otra pista de aúpa!
Otra pequeña población costera dedicada a la
copra y la pesca, (había una
decena de barcas varadas en la playa)

En su centro la iglesia y la CASA
DE LA COMUNIDAD, equipada con mesas y bancos.

Este era su lugar de reunión, 
En un extremo de la población, en lo alto de una
loma hicimos una excursión hasta el TIKI
MOE ONE
No estaba indicado y no dábamos con él. 
Preguntamos y se ofreció a
acompañarnos León, 25 años, profesor de educación infantil, trabajaba por
todo Hiva Oa, por esto poseía tres casas, casado, una hija.

Y efectivamente, no había camino, ¡era montaña a
través!, 10-15min. 

Nos encontramos un meae, lugar sagrado, en un estado original. 
Había calaveras y huesos muy antiguos,
sobre todo a pies de un árbol osario, y petroglifos. 
Más el maravilloso
tiki.
De pequeño tamaño, solito, pequeño, cabezón.


Al descender de nuevo a la aldea nos encontramos con
que en la casa comunal había una treintena de mujeres ¡¡¡¡JUGANDOAL BINGO!!!! ¡El gran vicio de Hiva Oa!


Sentadas en el suelo, piernas abiertas en compás,
entre medias cada una coloca una decena de cartones que jugaban a la vez en cada
partida. ¡Y con gran destreza y rapidez! 
Señalaban los números con cuentas de
colores. 
Muchas portaban su bebe en brazos. 
En el interior de la casa se
ofrecían bebidas y tartas caseras. 
Pasamos un genial tiempo con ellas. 


 
Tras comer regresamos a ATUONA




17Enero 

A 8h devolvimos el coche (llenamos 3400CFP
gasolina) Nos llevaron al aeropuerto.

Despegamos a 10,40h y llegamos a 11,10h a Nuku Hiva. 
Volvimos a despegar a 12h y llegamos a 15h a Tahiti. 

En Herz alquilamos un coche y dimos otra  VUELTA
POR TAHITÍ:

19Enero
Con Lan Chile. HASTA LA ISLA DE PASCUA
De 00,15h a 5,45h
4274km. 
Un vuelo tranquilo. De cena nos pusieron aji de gallina. 

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