BASILICATA

13 de abril de 2019
24FEB: PASAMOS A LA
REGION DE BASILICATA

(Llamada así por el emperador Basilio II) 

Ya dejada atrás su fama de pobreza,
subdesarrollo, con una vida dura, rural, que Carlo Levi plasmó. (Yo lo
asemejaba a lo mismo que sucedió en su día con Las Hurdes y aquel documental)


Esta región era EL PUENTE DE LA BOTA
Poseía una orografía complicada,
montañosa, abrupta. 

Las carreteras eran comarcales, había que dedicarles su
tiempo para pasar de una población a otra. Por ejemplo, el tramo de Gravina di Puglia a Potenza, 70km, nos llevó más de 1h,
por tan malas como atractivas carreteras, curvas… 



¡Y eso que lo atravesamos por el tramo más sencillo! Haberlo hecho más al sur, ensartando de lleno LOS APENINOS LUCANOS,
debía ser bien tortuoso. ¡Y no digamos hacerlo por el extremo de
éstos, el PN DEL POLLINO,
mítico telón de montañas que separaba Calabria del resto de Italia, escarpadas,
a menudo aisladas por la nieve!



Por la mañana paseamos por el casco viejo de Locorotondo y a 10h enfilamos hacia MATERA-78km
Volvimos a atravesar ALBEROBELLO. De aquí a NOCI, a Castellaneta, Carretera estrecha, sin marcas viales, rural, poco tráfico. Granjas, prados, terreno parcelado.

De Alberobello a Matera

Llegando a Matera ya vimos las primeras CASAS CUEVA en
una garganta.
Y  subiendo el tramo final
hacia esta localidad la primera IGLESIA entre esas casas-cueva, asomándose al
precipicio.



llegando a Matera. Primeras casas-cueva

¡Esto ya prometía! Lo que no imaginábamos es que aún superaría
mucho más nuestras expectativas.


De Matera sólo conocíamos la curiosidad de que Mel Gibson la
usó para ubicar en ella Jerusalén en su peli “La pasión de Cristo”, así que
pensábamos sería un pueblito de calles y casas antiguas de piedra, murallas… ¡Y
fue muchísimo más!


Sin embargo, como era habitual, su entrada y primeras calles
desdecían todo eso. Anodinos y grises bloques de pisos, tráfico, nos dieron la bienvenida.



Aparcamos sin
coste en la C/Dante, frente la estación de buses.
¡De nuevo acertamos de pleno!


Desde aquí sólo tuvimos que cruzar dos calles para plantarnos
en LA PLAZA PRINCIPAL
VITORIO VENETTO

Y aquello cambió rotundamente. Ya esa plaza
nos encantó. Tanto por su provinciano ajetreo como por sus vistosos edificios: LA IGLESIA
STA LUCÍA, EL AYUNTAMIENTO, EL PALACIO DE LA ANNUNZIATA,
que, una vez
sumergidos en los callejones de la ciudad antigua sería nuestro punto de referencia,
visible desde todos los puntos, imponente.

En el centro estaba la bajada a las ANTIGUAS CISTERNAS, (se habían
de visitar en grupo y a determinadas horas. 3€. 25min.)


¡Y uno de los elefantes de Dalí! Luego vimos más esculturas
suyas. Esto era porque se estaba realizando una exposición dedicada a él.


Entonces nos asomamos al MIRADOR, un balcón entre los
edificios que hasta entonces tapaban la vista, y ésta fue… ¡Buaaaaah, qué
maravilla!


El PUEBLO ANTIGUO DE
MATERA, el SASSO BARISANO,
se ubicaba en la hondonada que había entre la loma donde se ubicaba esa
plaza y la de enfrente en que se aposentaba la catedral.
¡Qué vista!: Callejas, cuestas, escalinatas, esas casas de
piedra en tonos ocres, ese aire entre romano y medieval. ¡Quedamos enganchados irremisiblemente a aquella imagen!






LOS SASSI:

Esto era lo que afamaba a Matera. 
Eran dos: el SASSO BARISANO Y EL SASSO
CAVEOSO.
 

Unos barrios que ocupaban sendos barrancos, antiquísimos, tanto
que se consideran uno de los asentamientos humanos más remotos.
Comenzaron con sencillas grutas, abiertas en la pared
calcárea de esos barrancos y en su suelo que las gentes, ante la falta de medios, fue abriendo y habitando. 

Poco a poco fueron evolucionando, y
cada vez en mayor número según la población también crecía. Matera comenzó a adquirir prosperidad, tanta que llegó a ser la capital de la Basilicata.

Pero su auge decaería en 1806 cuando Potenza le arrebató el puesto. Entonces
pasó una etapa dura, de pobreza, enfermedades, insalubridad. ¡Y no hasta tan
alejadamente en el tiempo!, en 1950 la mitad de la población de Matera residia
en los sassi, en condiciones muy precarias, tal y como reflejó Carlo Levi en su libro. Una
publicidad que hizo reaccionar a las autoridades y alzó nuevas viviendas para
trasladarlos. 

Ya la paradoja fue que en 1993 se la declarara Patrimonio Mundial
Unesco y a día de hoy, ese lugar donde se pasaron tantas penurias, sea un gran destino turístico. Con sus casas de piedra cavadas, sus tres mil
cuevas, sus chiese rupestri: (iglesias rupestres)…
¡En esas cuevas donde se pasaba hambre, ahora había un
lujoso restaurante!


Pero aún no bajamos hasta ese sassi. Por la C/San Biagio nos fuimos hasta
la IGLESIA DE SAN AGUSTÍN,
ubicada al borde del acantilado.



San Agustin

Las vistas no decayeron en su espectacularidad. Desde esta
perspectiva se distinguía la loma con il duomo en lo alto, como
una isla, al modo del Monte sant Michelle francés. 


Y entonces si descendimos hacia el sasso, por la calle
Ardozzia, flanqueada de preciosas casas. ¡Parecía nos estábamos
retrotrayendo en el tiempo!

Cuesta Ardozzia
Hasta la
via Madonna delle Virtis, o VIA DE LOS SASSI
, que rodeaba por su parte
trasera esa loma. a orillas de la garganta por la que discurría el riachuelo. A una cara, la que subia a la catedral, atiborrada de casas, unas sobre otras, 
pasadizos, escalinatas, paredes de piedra. Y a la otra vertiente el acantilado al natural, virgen.
Tan atractivo vimos ese camino, peatonal, que decidimos
seguirlo y posponer entrar de lleno al sassi.

A un lado de la Via de los sassi las casas y pasajes hasta il duomo en lo alto
Al otro lado de la via de los sassi la garganta






Por esa via llegamos al siguiente SASSI, CAVEOSO. 


Descubrimos LA IGLESIA DE SAN PEDRO 



y
sobre ella, en un pequeño risco, la rupestre de SANTA MARIA DE IDRIS.


Subimos hasta ella. En la pared de ese cerro había una casa-cueva
visitable: casa grotta di Vico Solitario.

Casa cueva Vicco solitario

¡Desde Sta maria Idris la vista era realmente impresionante!: La garganta, las
iglesias: por debajo san Pedro, hacia atrás la de San Agustin sobre el acantilado, hacia delante la
continuación del SASSI CAVEOSO, con muchas más casas cueva, y al frente las
cuestas y pasadizos hasta alcanzar en la cúspide el duomo.

San Pedro. Sobre ella sta Mª Idris.Y las casas cueva del sassi Caveoso. Sobre él la ciudad nueva
Vistas desde sta Mª Idris

Por esas cuestas nos aventuramos a continuación, hacia la catedral. Pero, una vez dentro, era
otra cosa: dejado, humilde, cierto abandono, aún así, increíble.


EL DUOMO era una iglesia normalita.


Vecino a ella había otra plaza: la de SAN FRANCISCO, concurrida, con
la iglesia de igual nombre, la estatua de la mujer con los brazos en alto y la
más curiosa de un gran piano con piernas.



De aquí nacía la VIA RIDOLA, tipo bulevar. Llegamos hasta su final, con el
MUSEO CARLO LEVI,
y otro acceso al Sassi Caveoso,  y volvimos atrás para descender, ahora sí, al
meollo del SASSI BARISANO.




A él descendimos por una escalinata en zigzag que nacia a
mitad de la calle que unia la plaza del Duomo y la de San Francisco.




Paseando por sus pasadizos hallamos el RESTAURANTE LATALPA, ubicado en gruta,
de cierto nivel (pero Italia es de esos países donde un restaurante lujosillo
salía por lo mismo que otro de menor categoría)


ANTIPASTO Giro della Basilicatta. Esta vez fueron sólo ¡6 platos!
Exquisitos, tradicionales, como la crema de judías y habas con achicoria. 

De
plato principal: spaguetti St Giovanni, ummmm, al dente, y pacheri con bacalao y rape. (Eran unos cilindros de pasta). Ummm, Ummm. Agua y vino
de la Basilicata, de esos con cesta. 49€/2p

pacheri

Seguimos el paseo por ese sassi



 y ascendimos hasta la PLAZA
VITTORIO VENETTO. Por C/Roma regresamos al coche.


¡HAY QUE VISITAR MATERA SÍ O SÏ!!!!!!




17.30h a
GRAVINA DI PUGLIA,
a 27km
Si vinimos aquí fue por ser el pueblo de un amigo:
Pino. 
No venía en guías, in situ no nos lo publicitaron. 

GRAVINA DI PUGLIA

casco antiguo
San francisco

Más
pequeño que Matera, quedaba a la sombra de esta. No ha seguido sus pasos en
cuanto a proteger y dar a conocer su patrimonio, más escaso pero también
muy interesante. Con otra espectacular garganta.
Distinta pues en ella no había casas como en los sassi.


Su centro, abandonada la ancha avenida principal, eran unas calles estrechas alrededor de la
iglesia principal. Por ellas nos metimos con el coche y los retrovisores
tocaban las paredes.


A 300m de ese centro quedaba el BARRIO ANTIGUO, EL
BASTIONE MEDIEVALE,
un pequeño conjunto de ancestrales calles, con la iglesia
de Sta Sofia y la de San Francisco. Algunos pasajes estaban descuidados. 





Lo
mejor: la gran vista que se tenía a LA BASILICA CATTEDRALE, a su vera LAS
CATACUMBAS,
LA GARGANTA con varias casas-cueva en su precipicio, y el PUENTE
que lo sorteaba, peatonal, con dos niveles de arcadas.


Los lugareños llamaban a esa vista EL FIN DE LA VIDA,
por caer en picado al precipicio.

basilica-cattedrale
El puente y santa Maria de la stella al otro lado

Por esta parte no se podía acceder a ese puente, y para cruzar
a su otro costado hubimos de tomar de nuevo el coche, salir del pueblo y
acceder por carreteritas que serpenteaban entre los campos.

Aparcamos frente una torre que era LA IGLESIA DE STA MARÍA DE LA STELLA. Solitaria, en mitad del prado y frente el precipicio.
Desde esta perspectiva sublime teníamos toda Gravina enfrente.

Descendimos hasta ese puente, por una calzada que se
encontraba como siglos ha. Nada había sido alterado.



A nuestro lado, colgadas del precipicio, teníamos esas
cuevas que antes hubimos contemplado desde el bastión medieval. LA CUEVA DE SAN
MIGUEL.
Y ahora veíamos que al frente, bajo los pies de la cattedrale, había
más.

Cueva san miguel
Cuevas bajo la basilica



Otra singularidad de Gravina es que tuvieron un papa:
EL PADRE PÍO,
 nacido aquí, de la familia Orsini. Por eso había una estatua en
se memoria



Salimos de Gravina siguiendo esa misma carreterita. En
dirección POTENZA. 

Malas carreteras, curvas, paisaje
rural.


POTENZA ya era más ciudad. 70000hab. La
capital de la Basilicata posía un interés limitado turísticamente hablando.
La circunvalamos, observando los feos bloques de pisos que la envolvían.


A partir de ella circulamos por autostrada hasta SALERNO. Asi, atravesamos el Sur italiano de este a Oeste.

Más al sur dejábamos CALABRIA, 
LA PUNTA DE LA BOTA. 
Una posible idea que llevábamos para visitarla era:

De Matera iríamos a las cercanas RUINAS GRIEGAS DE
METAPONTO Y LAS DE POLICORO,
en la costa del MAR JÓNICO.


Descenderíamos por la carretera paralela a esa costa,
así evitaríamos LOS APENINOS LUCANOS Y EL PN DEL POLLINO.


Pasaríamos por: SIBARI (con las ruinas de la antigua ciudad de los
sibaritas). LIDO SAN ANGELO (la playa del pueblo de ROSSANO) Continuar por esa
costa ya no se veía tan interesante, con CROTONE (centro industrial), LE
CASTELLA
(castillo) y CATANZARO (grande, 100000ha)


Por tanto, desde Rossano ATRAVESARÍAMOS A LA COSTA DEL MAR
TIRRENO
, atravesando longitudinalmente Calabria por encima de LA SILA, otro
mítico paraje de bosques y abruptas montañas, frecuentemente nevadas. Hasta
COSENZA (con su casco medieval y castilllo) y de aquí seguiríamos la carretera
costera del Tirreno: LA AUTOSTRADA DEL SOLE (A3)


A 25km: PAOLA, luego 80km de costa demasiado
desarrollada y no muy atractiva hasta PIZZO (iglesia-cueva), LA COSTA VIOLETA,
así se llama al promontorio de Tropea por sus atardeceres. Playas.  VIBO
VALENTIA
y su castillo. Otro tramo largo, de 80km, hasta SCILLA (con la guarida
de Escila: el ser mitológico de 6 cabezas que atacaba a quien se atrevia a
surcar el estrecho de Messina), y 20km más: REGGIO DI CALABRIA, desde donde se
embarcaba a Sicilia, a la localidad de Messina. (Cuando estuvimos en Messina veíamos
perfectamente Reggio).


El regreso lo más sensato hubiera sido hacerlo deshaciendo el camino, o aventurarse siguiendo la carretera costera, doblando la punta de la
punta de esa bota, hasta Catanzaro y de aquí a Cosenza. Vuelta a la costa
Tirreno las playas de CIRELLA Y DIAMANTE, y, sobre ellas, PORTO DE MARATEA.


Ya se salía de Calabria y se pasaba a CAMPANIA, Siguiendo la costa estas hubieran sido las más interesantes paradas: MARINA DE
CAMEROTA: (playas, acantilados), PALINURO, 
(arco de piedra en el mar), VELIA (ruinas), PAESTUM (templos griegos) y
ya SALERNO.


¡Nuestra escapada era de 9 dias! ¡Y no conocíamos Nápoles, o la costa
amalfitana! Así que fuimos de Potenza a Salerno por la via mas recta. Calabria para
otra ocasión


SALERNO:

Llegamos ya de noche. Si llevas coche y te alojas en el
centro habías de usar parkings públicos ¡y eso suponía 20€!


Por esto, tal que alcanzamos la entrada y vimos un
hotelito a orillas del mar: 14
LEONI. Tambien llamado VILLA CELESTE,
 a él que nos metimos. 

Desde
el bulevar tenia una entrada propia, con su parking privado compartido con el
restaurante vecino, bien enfrente de una playita que casi se podía decir era
suya.
Una villa de dos plantas, muy tranquila, (y eso aun
estando bajo el paseo marítimo), con patio central, detallista decoración,
principalmente marinera, buenos y acogedores cuartos con baño. Tv, wifi, AC,
nevera. 50€/2p con desayuno.
¡Mucho mejor que alojarse en el centro, al que a la mañana
siguiente, fuimos a pie (10min)!




Fuimos a cenar al rte vecino: filetto di orata (dorada), in
crosta di patate con crudita di stagione. Pacheri (los cilindros de pasta), con
vongole, orata, tostani, seppia e pomodori. Copas de vino y agua. 36€/2p



A la mañana VISITAMOS
SALERNO:
Tomamos el buen desayuno incluido y a 9h, como el coche
estaba genial allí aparcado, caminamos por el PASEO MARITIMO hasta el centro. 10min. Buen dia
soleado. 11ºC.


Primero alcanzamos LA PLAZA DE LA CONCORDIA, había una alta columna con la estatua
de la virgen sobre ella, una gran noria, el puerto con los ferrys a Positano y Amalfi



A partir de aquí nacia un BULEVAR, frondoso, acogedor, que seguía toda esa
orilla.


Paralelo a él, una calle hacia el interior, estaba la calle principal: VITTORO
ENMANUELLE,
peatonal, señorial, con los más vistosos edificios, uno de ellos el del banco de Italia.

Paseamos hasta su final, en el que se iniciaba el CASCO ANTIGUO, MEDIEVAL,
un laberinto de estrechas calles, por las que nos dejamos perder. Ropa tendida,
casas ancestrales, un aire decadente. Entre pasadizos, cuestas, el giardino di
Minerva… alcanzamos el punto más altos desde donde teníamos vistas a todo
Salerno.

Para llegar al CASTILLO aún había que ascender mucho más
alto, pues quedaba sobre la montaña.



El descenso lo hicimos hacia la PLAZA ALFANO donde se ubicaba LA CATEDRAL SAN MATEO,
normanda, preciosa 



Lo mejor,
SU CRIPTA, con la
tumba de San Mateo, en una sala de columnas, atiborradas de frescos en paredes
y bóvedas.


Regresamos callejeando por el barrio aledaño a V. Enmanuelle,
anodino, así que volvimos a pasar a esa calle principal, al bulevar y al hotel a recoger el
coche.(11h)

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